LOS TECNOISLÁMICOS

Evento del periodo: primeros contactos con la piedra cometa

Las nevadas e inundaciones  en  desiertos donde nunca llueve y el descubrimiento de los fragmentos de piedra cometa de color verde, el color del Islam crearon inestabilidad entre los mahometanos. Los imanes inicialmente juzgaron las desgracias como un castigo de Alá por adorar a una piedra de color negro en la Kaaba.  Una multitud enfurecida asaltó La Meca e incendió el santuario, considerando La Meca tierra mancillada. Esa acción sumió al Islam en un estado de confusión que favoreció su división en diferentes sectas y facilitó la conversión a la Fé Universal.
El Dr. Nafiliam
Los primeros años el pueblo empezó a llevar a modo de devoción fragmentos de piedra cometa engarzados en broches, anillos, pulseras y otras prendas, sobre todo en el Imperio Otomano.  Las clases menos favorecidas se dedicaron a tallar el mineral extraterrestre para ganarse el pan.
El médico otomano Anton pasha Nafilian, discípulo de las clases de Anatomia que Josef Hyrtl dio en Estambul antes de la caída del cometa. Se dio cuenta de que la cicatrización de las heridas producidas por la talla de piedra cometa eran diferentes a la cicatrización natural y empezó a estudiar el fenómeno utilizando animales. Llegó a la conclusión que el causante era polvo de piedra cometa tan usual en el entorno de los talladores. Una noche experimentando con  un chimpancé, dejó dos grapas en el cuerpo del animal para ver el efecto de la cicatrización con elementos extraños.  El resultado fue sorprendente: el polvo de la piedra cometa provocó una calcificación en los huesos se unieron a las grapas. Se abría una nueva vía médica de implantar elementos externos en el propio cuerpo.
El doctor Nafilian comunicó su hallazgo al gran Visir Mehmed Emin Aali Pasha, el cual vió inmediatamente las posibilidades militares del descubrimiento.
El proyecto militar "Tecnotomano" se abrió de manera secreta y oculta para al resto del mundo e incluso de la mayor parte del propio país. El Dr. Nafilian, ya en la cadena militar dirigía el proyecto incluyendo solo a aquellos militares o científicos muy religiosos que consideraban que esas propiedades de las lágrimas de Alá, eran un regalo del profeta para los verdaderos creyentes.  Se empezaron a abrir nuevas líneas de investigación para aprovechar y optimizar la nueva capacidad del cuerpo humano para aceptar injertos, a la vez que se le dotaba de especímenes humanos (sobretodo refugiados y armenios) y mutantes para experimentar.
El avance de la nueva Fe universal sumió a los colaboradores del proyecto y trabajadores en el más profundo hermetismo constituyéndose en poco tiempo en una nueva secta secreta islámica que abogaba por el conocimiento y el avance tecnológico que el regalo de Alá había permitido realizar: los Tecnoislámicos.

Tono: Oscuro