Evento del Periodo:
El principe exiliado Dakkar hijo del rajá de Bundelkhand, huyendo de la persecución por parte de Compañía de las Indias Orientales, que realiza una campaña de exterminio de los independentistas Chandelas, se establece como pirata al sur del continente, estableciéndose en las accidentadas y poco protegidas costas de las colonias holandesas, en el sultanato de Aceh.
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| Dakkar |
En el lejano puerto de Kutaraja, convoca al resto de capitanes piratas para unirse contra el enemigo occidental, al que culpan de la ira divina que ha provocado el hundimiento del mundo. De todos los confines de los mares del sur de China y del océano Indico llegan buscadores de fortuna sin escrúpulos, que bajo la bandera del príncipe se unen formando una liga, que pronto reúne una temible flota. Concentrándose en el estrecho de Malacca, más de quinientos bajeles, entre los que se cuentan capitanes tan intrépidos como El Tigre de Malasia Kabir Bedi, el portugués renegado Yañez de Gomera y el temible Shap Ng-tsai. Deciden atacar directamente a la mermada flota británica que guarda las costas del territorio de la Compañía, para así adueñarse con el máximo territorio posible en una arriesgado golpe de mano.
El almirante Napier decide enfrentarse a los piratas únicamente con una veintena de barcos que precipitadamente puede reunir, pero cuenta con una ventaja que el príncipe Dakker desconoce, han conseguido comprar una partida de Solomons al gobierno español por una pequeña fortuna en oro. Napier da el mando de su flota al Mayor-General Charles George “Chinese” Gordon, quien con una acertada y visionaria táctica decide llevar amarrados los Solomons a sus barcos de vanguardia cargados con proyectiles incendiarios. Al divisar a la temible flota enemigo, Gordon ordena a sus barcos “portanaves” que suelten las amarras en una rápida maniobra envolvente, que sorprende a la vanguardia del príncipe Dakkar. Cuando los piratas pueden reaccionar, más de la mitad de su flota se encuentra ardiendo o hundida en el fondo del océano Indico. Dakkar da la orden de retirada a su mermada flota, sorprendido por la rápida derrota que le han propinado los malditos occidentales. Se dirigen al sultanato de Aceh y las terribles noticias de la derrota se expanden rápidamente por todas las islas de la zona.
Príncipes y rajas llegan en tropel a confirmar las noticias de las terribles armas occidentales, y viendo a la figura del príncipe Dakkar como al único capaz de hacerles frente, le nombran emperador y se someten a su autoridad. Se establece pues el Imperio Srivijaya, con capital en Krueng Mane, regido por el primer emperador Dakkar y que aúna bajo su mandato una miríada de reinos, principados y antiguas colonias europeas, con un fin comun, impedir la hegemonía occidentales en el océano Indico y establecer un frente defensivo, antes los misteriosos rumores que provienen del hermético Reino Celestial de la Gran Paz al norte.
