La Anegación asestó un
duro golpe a Sudamérica. Toda la cuenca del Amazonas se hundió. La costa del
pacífico de Chile y Perú muy poblada también cayó y los supervivientes tuvieron
que internarse por desiertos para poder sobrevivir al llegar a zona más húmedas
de los Andes. Bolivia fue mucho menos golpeada que el resto, aunque perdió sus
tierras bajas amazónicas. Pero Argentina, recién salida de una guerra civil
perdió la mitad de su territorio y las ciudades más importantes.
Pese a que las décadas
anteriores habían tenido sus diferencias y bien grandes, con diversas guerras
entre ellos, el presidente de Bolivia José María De Achá ante la magnitud del
desastre abrió sus fronteras y envió al ejército a ayudar a los países más
afectados. La medida fue ampliamente aplaudida por su propio pueblo y por
muchos oficiales y si saberlo el presidente, esta decisión lo salvó de un golpe de estado
que se estaba planeando en su contra.
Por primera vez desde
hacía muchos años los latinoamericanos cooperaban y luchaban unidos para superar
los problemas que comportó la Anegación, y un sentimiento de hermanamiento
crecía entre todos los países mientras la sociedad, harta de conflictos entre
ellos, empezaba a recordar el sueño de Simón Bolívar: unos Estados Unidos del
Sur de América. En 1965 las editoriales de los principales diarios de cada país
reclamaron una Unión similar a la de los Estados Unidos de América, pidiendo
amplitud de miras y generosidad a gobernantes y países en aras de un bien
común.
Bandera de los Estados Unidos del Sur de América |
De Achá se reunió con sus homólogos: Bartolomé Mitre (Argentina), Juan Antonio Pezet (Perú) y José Joaquín Pérez (Chile) juntos analizaron la nueva situación económico y social y vieron que la cooperación entre ellos y evitar nuevos conflictos podrían llevar a un país unificado a un futuro mejor, sumando los puntos fuertes de cada país. Tras explorar las vías posibles, y los cuatro crearon la hoja de ruta que sería ratificada por las diferentes poblaciones y que sentaría las bases de lo que sería en 1868, 3 años después la unión federal de los Estados Unidos del Sur de América (E.U.S.A.), con capital en La Paz y siendo el primer presidente el propio José María De Achá. La creación del nuevo país no gustó mucho al Imperio del Brasil, y también nació con muchos enemigos internos y con muchos pasos que recorrer aun.