NEW LONDON Y LA PIRATERIA AÉREA

Evento del periodo:

Almirante Napier
Charles Napier llego a Inglaterra, a bordo del “Promise”, con una menguada y exhausta tripulación, con la esperanza de ensalzar el espíritu británico, y organizar un pequeño ejército para preparar el rescate de la reina Victoria. El pueblo británico no reacciono de la forma que esperaba el almirante, al contrario, se alegraron de la suerte de la Reina. 
Decían que ellos eran los despojos de la flema británica, que no fueron dignos de estar en “la gran flota de la salvación”, que su Reina, su querida y amada Reina, les había abandonado a su suerte, y que ahora esperaba que los despojos corrieran a ayudarla. 
Ningún británico movió un solo dedo para ayudar al Almirante. Este, reparo el “Promise” reunió a su tripulación y volvió a partir hacia un destino incierto. 
La visita del almirante Charles Napier solo sirvió para que los Británicos se cercioraran de que ahora estaban solos. Eran hombres sin gobierno, dueños de sus vidas y despojados a voluntad de las cadenas que habían arrastrado durante tantos años siguiendo una tradición y manteniendo esa flema británica que ahora tanto odiaban. Sin quererlo, con la partida de la gran flota, se habían librado de un lastre humano que poco les aportaba. La aristocracia, los librepensadores, y toda una retalia de militares que preferían morir antes que aceptar una derrota. 
Ningún hombre aceptaba ser gobernado por ningún otro, y propuestas no faltaron. Los intentos de instaurar un nuevo gobierno, fueron claudicando uno tras otro. Los años de anarquía acabaron por eliminar el poco equilibrio económico que pudiese quedar en la zona, arrojando a los británicos a una sola salida. El robo y el pillaje como forma de vida. 


Los hombres veían como sobrevolaban esos globos cargados de mercancías y riquezas, y el hambre agudizo su ingenio. Se embarcaron en extraños aparatos voladores para robar o apropiarse de esas naves tan sofisticadas. El numero y la sorpresa dio sus primeros frutos y en poco tiempo, estos piratas del aire disponían de cientos de artilugios variopintos con los que atemorizar el transporte aéreo. Una vez se emprende este camino, no hay vuelta atrás, y estos hombres sabían que no podrían aterrizar con sus naves en ningún país más o menos civilizado, así que… sucedió lo que tenia que pasar. Se creo la primera ciudad en las nubes: New London, compuesta de la unión de muchos navíos aéreos. Las restantes islas británicas se autodenominaron de nuevo Albión y convivían los que cultivaban esas pocas tierras con los que vivían en el aire.
New London se estableció bajo las leyes de la piratería, y un capitán elegido entre los mejores capitanes, gobierna he impone la ley a todos los navíos que allí amarran. Los imperios han establecido leyes contra la piratería, impidiendo que aterricen ni se aprovisionen en sus dominios, y hasta han enviado navíos de guerra contra New London, pero sin ningún resultado hasta ahora.