BERNARD ADAMS, DIRECTOR DEL S.I.S.


Sr. Bernard Adams, director del S.I.S. de la Compañía Británica de la Indias Orientales

Bernard Adams, era hijo del gran empresario norteamericano Samuel Adams, propietario de los más de 100 Yankee Clippers , que recorrían la llamada ruta del té, desde New York hasta Quing. El Sr. Samuel quiso que Bernard aprendiera todo sobre los negocios, haciéndole trabajar muy duro, a una temprana edad. Eso marco su carácter, que le ayudo para alcanzar sus metas.

Insignia de los Skull & Bones
Bernard Adams estudio en Yale, pero dejo los estudios por la repentina muerte de su padre. Formo parte de los miembros de la sociedad secreta Skull & Bones , que le proporcionaron los contactos suficientes para dar un giro a la empresa , y establecerse como uno de los grandes en el comercio de opio.
Bernard sabía ganarse a la gente, la estudiaba, adulaba, y finalmente la compraba, chantajeaba o coaccionaba para que trabajaran para él. Así logro tener una red de informadores y colaboradores altamente “motivados”. Repitiendo las palabras de Edward Lipton, mano derecha de Bernard, “Si se ha fijado en ti, ya has caído en su lazo, nunca te dejará, solo puedes dejar de resistirte, colaborar y el Sr Bernard hará que tu vida sea mucho más cómoda”.

Con esta habilidad para la extorsión, pronto se hizo con la colaboración de altos cargos militares de la Compañía Británica de la Indias Orientales, que escoltaban a sus barcos, y protegían sus intereses. Para su desgracia, los años de vacas gordas pronto terminarían y con la Anegación, el cierre de fronteras y la prohibición explícita del consumo de opio por parte de El Reino Celestial de la Gran Paz, su empresa se fue a pique.

Bernard Adams, que se había establecido en la India, desde donde veía día tras día como menguaban sus ingresos y crecían sus facturas desapareciendo así el estatus de hombre de negocios que ostentaba por aquellos años.

A la llegada, de la marea de Lores y Sires, Bernard, todavía se sentía más hundido, ellos no tenían nada, lo habían perdido todo, y muchos malvivían en la India, pero se les seguía tratando de forma condescendiente.

En 1871 esas ratas altivas llamaron a su puerta, para ofrecerle un trato. Si conseguía destituir a Mills, seria ordenado Sir por la propia Reina Victoria. Bernard vio en ese momento como su suerte cambiaba. Aceptó, pero con la condición que Mills debía ser apuñalado por todos ellos, como si de un emperador Romano se tratara. Ellos aceptaron, y esperaron que Bernard urdiera el plan y tejiera la trampa para ellos. Bernard no dudo ni un instante en venderlos a Mills, y así poder sacar tajada.

Como recompensa Bernard pidió a Mills que le dejara vía libre para crear el S.I.S. (Servicio de Inteligencia Secreto), al que Mills accedió de buen grado. Bernard lo había conseguido, ahora tenía el poder que tanto había soñado. Sin demora, organizó a un pequeño ejército las SS (las tropas del Servicio Secreto). Estas tropas infligían terror a todos los Lores y Sires que se atrevían a alzar la voz contra Mills o quejarse de la situación de la Reina. El emblema de los Skull & Bones que lucían sus tropas, se convirtió en un símbolo del miedo.

Foto de altos mandos del S.I.S.
Paralelamente, se entrenaba de forma secreta a los que serían los espías de campo. Actores, hombres de negocios, artistas, militares… cualquier profesión era buena, y su procedencia o estatus, no importaba demasiado. Lo único que importaba era que habían sido elegidos personalmente por el Sr. Bernard, que los “motivaba” para que trabajaran para el SIS. Los miembros eran entrenados en diferentes ámbitos, según se necesitaran, destacando la utilización de las técnicas de defensa del “Bartitsu”, un nuevo arte marcial que se pondría de moda entre la clase alta británica.

Así Bernard creo una red de agentes desplazados por todo el mundo que informaban, sobre los movimientos, y descubrimientos de los otros países. Tal como dijo el Sr. Bernard Adams : “La información es Poder, el terror es Poder y ahora son míos”.